Aunque los anillos de retención pueden experimentar fallos, no tienen por qué hacerlo necesariamente. Cuando puede preverse el fallo de un anillo, pueden adoptarse medidas preventivas para evitar que se produzca. A la hora de diseñar cualquier aplicación, debe considerarse tanto la capacidad de carga axial como el material de ranura que va a utilizarse en ella. La aplicación de cargas axiales genera deformaciones. Preguntas &y respuestas P: ¿Cuáles son los tres tipos de deformación que pueden producirse? R: La deformación de ranura es la más común y puede producirse cuando el material del eje o la carcasa de la aplicación es más blando que el material del anillo. El incremento de las cargas axiales provoca que los anillos adquieran una forma cóncava que hace que la pared de la ranura se comprima y no pueda soportar el movimiento de torsión de los anillos. La sobretensión continuada da lugar a una ampliación en el diámetro del anillo y su expulsión de la ranura. El cizallamiento de anillo es el segundo tipo de fallo que puede producirse. Este tiene lugar en aquellos casos en los que el material del eje o la carcasa se endurece en mayor medida que el anillo. Esto hace que la capacidad de carga axial pueda incrementarse sustancialmente, y dado que el material de la ranura resiste la deformación, el anillo está sujeto a cargas de cizallamiento. El tercer tipo de fallo tiene lugar cuando la deformación de la ranura y el cizallamiento del anillo se producen de manera simultánea. P: ¿Cómo pueden evitarse la deformación de ranura y el cizallamiento de anillo? R: A modo de interpretación conservadora, la siguiente ecuación calcula el punto de deformación de ranura inicial. No obstante, el resultado no representa el fallo, que tiene lugar a un valor muy superior. En este caso, se recomienda un factor de seguridad de 2. P: ¿Cómo puede evitarse el fallo de un anillo? R: Para garantizar que sus anillos no experimentan fallos, deberá modificar el material de la carcasa o utilizar una ranura más profunda.
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